
Los hurones, al igual que los perros, pueden desarrollar la filaria o “gusano del corazón”. Esta enfermedad es muy difícil de detectar en esta especie, y puede producir trastornos cardiacos y/o respiratorios muy graves. Además, Gran Canaria es uno de los lugares del mundo con mayor prevalencia de esta enfermedad debido a nuestro clima.
Por estas razones, se recomienda aportar un preventivo mensual desde que el animal es cachorro.